Su armadura me amarra,
me ata a la piel desnuda,
porosa de espinas.
Renquea el motor de la manzana, con su corazón mecánico
sediento de la boca,
del ojo,
de la mano que la ayudó a caer.
Pulpa deseosa
reflejo de la hambruna.
Cuadriculado cromo de colores sin tono
y sin perfil.
Se quebrará si ando,
si la miro.
Me anudará a su rama, sin remedio.
A su tallo de flor filtrado de mi sed.
Fotografía: Ricardo Caballero
Texto: Queta García
1 comentario:
Me ha encantado el principio
"Su armadura me amarra,
me ata a la piel desnuda,
porosa de espinas..."
Esta sección que combina fotografía y poesía la encuentro atrayente. Enhorabuena.
Montse
Espero más.
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