No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más solo
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión:
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor.
"Antes del Odio"
Miguel Hernández
Entre dos se amortigua el dolor, la carga, el pesar de los días. Cuando alguien te sostiene la frente si te pesa o te recoge si te caes.
Este poema de Miguel para los que se caen en compañía y vuelven a levantarse. En especial para una pareja de amigos que, a pesar de los momentos difíciles, se tienen el uno al otro. Ellos saben quienes son.
1 comentario:
Solo puedo decirte, gracias por ser como eres. Miles de besos!!!
Tu amiga,
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