El año del Centenario de Miguel Hernández, uno de mis poetas de cabecera, toca a su fin. Aprovechando la coyuntura, he aquí unos versos surgidos de su magistral mano, de su torturada voz. ¡Celebradlo conmigo!
Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.
Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.
¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.
Quiero que vengas, flor desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.
UNA QUERENCIA TENGO POR TU ACENTO
Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.
Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.
¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.
Quiero que vengas, flor desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo.
UNA QUERENCIA TENGO POR TU ACENTO
2 comentarios:
Poeta comprometido y poco valorado, incluso en su centenario. Mis preferidas, Las Nanas de la Cebolla.
Oscar
A mi me encanta este soneto.
SONETO FINAL
Sonreír con la alegre tristeza del olivo
Tanto río que va al mar
Te me mueres de casta y de sencilla
Tened presente el hambre: recordad su pasado
Tengo estos huesos hechos a las penas
Todas las casas son ojos
Todas las madres del mundo
Tristes guerras
Tu corazón, una naranja helada
Umbrío por la pena, casi bruno
Un albañil quería... No le faltaba aliento
Un carnívoro cuchillo
Una querencia tengo por tu acento
Uvas, granadas, dátiles
A.O.
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