...para recordar a los clásicos. Y he dicho "clásicos", que no "viejos", "antiguos" o "cursis".
Valdría la pena quitarse rémoras de encima, modas que no lo son y echar la vista atrás, de vez en cuando, practicar el ejercicio del recuerdo, la historia y la cultura. No nos vendría nada mal, ahora que parecemos empeñados en restingir nuestro lenguaje a unas pocas palabras que usamos para todo. Véase: "guapo/a", o "mola", por citar alguna.
Vamos a vivir días de castañas, boniatos y costumbres importadas; de lápidas, cementerios y padrenuestros a los difuntos, y me parece oportuno recuperar el "Don Juan", a riesgo de parecer desfasada, rayante o antigualla... Tenéis varias versiones, la de Tirso de Molina, la de Zamora... La más conocida es la de Zorrilla, algo efectista en ocasiones, con alguna ráfaga pueril y de lirismo vulgar, pero con un brillante dinamismo en la acción, el color y el dramatismo de las escenas. También los rasgos psicológicos de los protagonistas: doña Inés, don Juan, don Luís Mejía, quedan bien trazados y perfilados: la gallardía, la audacia, el ímpetu...
No sugiero que os leáis la obra de cabo a rabo, pero se le puede echar una ojeada, acudir a la biblioteca, escenificar algún pasaje entre amigos o echar unas risas rememorando años de escuela en los que tuvimos que memorizar algún que otro verso...
¿Quién no ha visto una representación del Tenorio? ¿Quién no ha fantaseado con darle calabazas a algún que otro don Juan, o una buena patada en la entrepierna?
Estos tiempos nuestros, tiempos extraños que nos toca vivir, el romanticismo, la poesía y la LITERATURA con letras mayúsculas, son costumbres denostadas... Yo propongo: Volvamos al "Don Juan", a "Tormento", a "La Regenta". Aunque sólo sea para celebrar un rito, una costumbre, un día de difuntos. Cualquier excusa es buena para alimentar la mente, sin vergüenzas, sin sonrojos, sólo por hambre de placer.
La fotografía corresponde a la tumba de Machado en Colliure. Ya sabéis: "Se hace camino al andar..."
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